Historia de la primera rotoenfardadora
Más de cinco décadas buscando mejores formas de producir heno
“Identifica una necesidad, satisface esa necesidad con un producto diseñado para durar y simplemente fabrique lo mejor.”
Estas palabras fueron pronunciadas por Gary Vermeer, fundador de Vermeer, quien se convirtió en un referente por hacer realidad sus ideas. Todo comenzó con la invención de la gran rotoenfardadora de heno en 1971. Así es como sucedió…
Breve historia
Todo empezó cuando un ganadero local le comentó a Gary su intención de abandonar la actividad ganadera porque era demasiado extenuante para realizarla solo. Fue entonces que Gary comprendió la necesidad de contar con un sistema de henificación que pudiera ser operado por una sola persona — una máquina diseñada para ayudar a los productores de heno a hacer MÁS.
Una vez que el primer prototipo de rotoenfardadora de heno (diseñado por Gary y su equipo en la fábrica de Vermeer), superó con éxito las pruebas de campo, quedó claro que habían creado una innovación revolucionaria. Y vaya que lo fue. La “gran rotoenfardadora”, como se le conoció en la industria, comenzó a comercializarse en el año 1971. Con ella, los productores de heno podían hacer fardos casi 10 veces más grandes que con cualquier otra enfardadora del mercado. Pero tal vez su mayor impacto radicó en que transformó un proceso que antes requería varios operarios, en una tarea que ahora podía realizarla una sola persona. Por fin los productores lograron almacenar grandes volúmenes de heno por sí solos en menos tiempo.
Por supuesto que esto solo fue el comienzo.
A lo largo de los años, Vermeer ha introducido numerosas innovaciones que han impulsado la industria del heno y el forraje. En ocasiones, detalles pequeños, como hacer MÁS conveniente la conexión o el mantenimiento del equipo, hacen la diferencia. En otras, productos nuevos como el primer sistema de elevación de red de la industria. Y grandes innovaciones como la primera rotoenfardadora autopropulsada de la industria. Durante más de 50 años, Vermeer se ha dedicado con pasión a ayudar a los productores de heno y forraje a encontrar una mejor forma de producir heno. Por eso contemplamos el futuro con gran optimismo.
La innovación es la clave
La innovación puede darse en cualquier lugar. En el caso de la rotoenfardadora Vermeer, se dio en la planta de producción. ¿Y qué mejor que este lugar para fomentar la colaboración entre mentes creativas? Gary Vermeer tenía una idea en mente y un objetivo claro: Aceptar el desafío y poner manos a la obra. En tan solo 45 días, Gary y Arnie Mathes, ingeniero de Vermeer, diseñaron y fabricaron el primer prototipo para probarlo en el campo. ¿El resultado?
“Fue un fracaso”, recuerda Al Van Dyke, empleado de Vermeer. “No pudieron hacer que el fardo comenzara a moverse. Luego Gary tomó un poste de una cerca, lo arrojó dentro de la enfardadora y el fardo comenzó a moverse inmediatamente. Entonces comprendió que había logrado algo. Así que ordenó varios de estos tubos largos de cartón. Posteriormente, diseñó los dedos que captarían el heno”. El resto es historia.
Conozca a la familia detrás de la rotoenfardadora Vermeer
La familia Vermeer ha sido parte de este negocio por generaciones, y continúa impulsando la innovación y el progreso. Nuestro objetivo final es ayudar a nuestros clientes a hacer un trabajo importante y estar equipados para hacer más (“Equipped to Do More®”). La empresa Vermeer ha sido liderada por tres generaciones de la familia, comenzando con Gary y continuando con sus hijos y ahora con sus nietos. El nieto de Gary, Jason Andringa, es Presidente y Director General, y su nieta, Mindi Vanden Bosch, dirige el equipo de soluciones de forraje.
Vea la gama actual de rotoenfardadoras Vermeer
Heno mojado o seco. Operaciones a tiempo parcial, a tiempo completo o especiales. Vermeer tiene la rotoenfardadora que necesita para producir fardos densos de alta calidad de los que puede estar orgulloso.